Volverse a encontrar

Por Bernardina Perez

Estamos frente a una historia atravesada por los vaivenes emocionales de dos protagonistas que no dejan de encontrarse y desencontrarse. Esta es la historia de Marianne y Connell.

Marianne es un personaje interesante, complejo y realista, que en ningún momento es idealizado: es inteligente, insegura, introvertida, con poca autoestima; pretende ser autosuficiente pero siente la necesidad de conectar con alguien. En ningún momento su desarrollo es lineal, siempre está en altibajos. 

 

Connell es hijo único y es un joven popular en la escuela. Su madre trabaja en la casa de la familia de Marianne, y es ahí donde nace la relación entre los dos, que mantienen en secreto. El vínculo entre ellos muestra las consecuencias de sus traumas en las relaciones amorosas.

 

Esta es la historia de una pareja que explora el amor desde la amistad. A lo largo de la serie, vemos cómo los personajes van cambiando y con ello cómo el afecto perdura a través de los años.

 

Normal People trata sobre la importancia y el valor de la salud mental. El desarrollo psicológico de Connell se da en el contexto del desequilibro entre su condición social y las exigencias de su universidad, sus dificultades de integración, y el suicidio de un amigo. La depresión se nos aparece como un obstáculo más, que imposibilita la culminación del romance. 

 

Marianne lidia constantemente con una familia atravesada por la violencia machista, de su padre contra su madre, y de su hermano contra ella.

La amistad de Marianne y Connell sigue en una relación amorosa marcada por momentos de encuentro y de desencuentro. La serie nos presenta a los personajes en la adolescencia, durante la secundaria y a lo largo de doce capítulos acompañamos su historia mientras crecen, cambian y coinciden, ya como jóvenes adultos, después de haber atravesado la universidad.

 

Ocurre algo con estos personajes, y es que cada uno es el refugio del otro. La relación que mantienen es especial y profunda, incluso cuando no están juntos como pareja los vemos acompañarse y sostenerse, en los momentos más difíciles. Aún así, el mayor conflicto que enfrentan es la comunicación. A ambos les cuesta expresar lo que sienten, generando malentendidos que los lleva a alejarse una vez… y otra vez.

 

Normal People explora con sensibilidad las relaciones humanas, las inseguridades, la comunicación y la incomunicación, y su desenlace es intensamente emotivo. En el episodio final, Connell recibe la oportunidad de irse a estudiar a Nueva York, mientras Marianne toma la decisión de quedarse en Dublín. Los dos han cambiado desde los primeros capítulos. Eligen caminos diferentes, pero lo hacen con madurez, sin reclamos. Ya no son una pareja basada en la dependencia emocional y la incapacidad de relacionarse sin hacerse daño.

 

Marianne, aún deseando que Connell se quede con ella, ahora lo impulsa a seguir su proyecto. Connell deja atrás sus dudas y toma, quizás por primera vez, una decisión importante por sí mismo.

 

El final de esta historia dice que el amor, por sí solo, no siempre alcanza. A veces, el verdadero crecimiento está en aprender a quererse antes de intentar compartir la vida con alguien más. Lo fundamental no es si volverán a estar juntos, es lo que cada uno ha significado para el otro en ese momento de sus vidas.

 

Protagonizada por Paul Mescal y Daisy Edgar-Jones, la adaptación de la novela de Sally Rooney se siente como una profunda experiencia emocional. Es un relato honesto que deja al espectador reflexionando sobre las propias conexiones humanas. La delicadeza narrativa de la historia de la escritora irlandesa y la química entre ambos actores convirtió a la serie en un fenómeno que perdura.

bernardina perez

Estudiante de Comunicación Social — UNR

Fanática del café y una buena romcom