Los tres tiempos del relato en Cruel Summer

Por Denise Carbajo

 

En toda narración ficcional se reconocen dos tiempos: el tiempo de la historia, el orden cronológico en el que suceden los hechos, y el tiempo del relato, el discurso que cuenta la historia y no está obligado a respetar un orden lineal de los sucesos. El tiempo del relato crea otro tiempo, manipulando el orden, la duración, la frecuencia de los hechos cronológicos.

 

Cada episodio de la primera temporada de Cruel Summer presenta los hechos alrededor del mismo día de tres años sucesivos, construyendo su relato mediante la manipulación del tiempo. El argumento se focaliza en Jeannette (Chiara Aurelia) y Kate (Olivia Holt), dos compañeras de escuela que apenas se conocen. La narrativa comienza el 21 de junio en los tres años, y cada capítulo relata los eventos que siguieron en los días próximos a esa fecha clave. En 1993, Jeanette busca aprovechar al máximo el verano con sus amigos antes del comienzo de las clases. El año 1994 nos presenta a una Jeannette cambiada, en un nuevo grupo de amigos, y el principal conflicto de la serie: Kate lleva meses desaparecida. Para 1995, Jeanette se convirtió en la persona más odiada de su pueblo cuando Kate recién liberada de su secuestro la acusa en un programa de entrevistas de haber sabido todo el tiempo dónde estuvo, y de no haber dicho nada para poder robarle su vida. La estructura narrativa presenta los eventos que se desarrollan antes de la desaparición de Kate, los días inmediatos a su regreso, y durante el avance del juicio un año después, alternando entre las perspectivas de las dos protagonistas.

Días después de los sucesos que vemos en el episodio piloto, cada capítulo avanzará de a poco la narración en esa temporalidad, develando progresivamente el misterio. La información se suministra de a poco y de manera desordenada los días siguientes a los sucesos del 21 de junio de los tres años. En todos los capítulos están presentes las tres líneas temporales, aunque no siempre cobran la misma importancia al momento de hacer avanzar la historia, hay momentos fundamentales en alguno de los años.
La narrativa se desarrolla tanto con los saltos de temporalidad como con los cambios de focalización, formando un relato construido desde una doble perspectiva. El punto de vista de cada personaje permite la exhibición de su personalidad, historia personal y percepciones, ofreciendo además interpretaciones distintas para el mismo hecho. Los personajes tienen una existencia múltiple al focalizarnos en ellos en tres momentos diferentes.
Los recursos que se utilizan para marcar los cambios de tiempos son principalmente visuales. Cada capítulo, al comienzo, nos sitúa en las fechas exactas en las que transcurre la acción, y un intertítulo cuando se cambia de año nos ubica temporalmente en la acción. Tanto Jeanette como Kate transforman su aspecto físico a lo largo de los tres años y a la vez cada segmento temporal tiene una tonalidad diferente, pasando de colores cálidos a más fríos.
Las líneas narrativas que transcurren alternando los tres tiempos del relato convergen en escenas que funcionan como eslabones, para restituir la cadena cronológica y configurar como piezas de encastre el sentido de la historia.

La segunda temporada utiliza los mismos recursos para introducir una nueva historia con otros personajes, manteniendo el formato de la triple temporalidad: dos momentos diferentes al comienzo y final de 1999, y un momento en el año 2000. En esta temporada, la adolescente Megan (Sadie Stanley) aloja junto a su familia a Isabella (Lexi Underwood), una estudiante de intercambio que va al pueblo costero de Chatham para finalizar la secundaria. Casi dos años después, Luke (Griffin Gluck), un amigo en común de ambas, aparece muerto, y las dos se convierten en las principales sospechosas de su asesinato. Los segmentos temporales se concentran en los primeros días apenas Isabella llega a la casa, la hostilidad que había apenas se conocieron entre ellas, la amistad que comenzaron a compartir a final de ese año, y lo alejadas que se volvieron un año después, forzadas a volver a aliarse después de que se las acusa del asesinato de Luke.

Esta segunda temporada de la antología mantiene una estética similar a la primera y la estructura de avanzar la historia mediante los eventos que ocurren cada año. Igualmente, se sirve de la multitemporalidad para ir desvelando el enigma de a poco. Al darle la misma importancia a las tres líneas temporales, no hay una que se configure como la principal con saltos al pasado o al futuro. La presencia de los tres tiempos en cada episodio permite ir construyendo el progreso del relato y conociendo las consecuencias que tendrán las acciones, dándole al espectador un saber superior al de los personajes.

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Denise carbajo

Estudiante de Comunicación Social – UNR

Fan de las animaciones