Los medios como extensiones en toda tu historia

Por Juan Estrella

 

“Toda tu historia”, tercer episodio de la temporada uno de la serie Black Mirror, visibiliza los medios como extensiones del cuerpo humano. Esta forma de estudiar las tecnologías de la comunicación fue desarrollada por el ensayista canadiense Marshal McLuhan, quien además propuso preguntas para develar las características y particularidades de cada uno.
“Toda tu historia” propone una sociedad distópica donde se pueden almacenar las escenas de la vida personal pública e íntima en una memoria artificial. Las personas tienen implantes de memoria digital insertados dentro de la cabeza que permiten recordar todo lo vivido. Los recuerdos se registran en imágenes acumuladas, se pueden rebobinar y proyectar en una pantalla para la recuperación y la observación de lo vivido.

El protagonista principal de este capítulo es esta “semilla” que se coloca detrás de la oreja y extiende a múltiples funcionalidades el sistema nervioso de los personajes. A su vez, este implante se conecta con otros aparatos como pantallas y parlantes. Hoy en día, la empresa Neuralink de Elon Musk ya logró introducir un dispositivo en el cerebro que vincula a una computadora computadora habilita a controlar funciones motoras como el desplazamiento del mouse. Quién dice en un futuro se podrá también controlar el movimiento de los vehículos tan solo con nuestro cerebro. Pero ¿qué quiere decir que los medios funcionan como extensiones de nuestro sistema nervioso?

Los medios como extensiones
Marshal McLuhan en su libro “La aldea global” explica que todos los medios de comunicación son una reconstrucción, un modelo de alguna capacidad biológica acelerada más allá de la capacidad humana de llevarla a cabo: la rueda es una extensión del pie, el libro es una extensión del ojo y el sistema de circuitos electrónicos es una extensión de nuestro sistema nervioso central.
Esta metáfora de los medios sirve tanto para explicar los medios de la actualidad, como los del pasado y las tecnologías distópicas que imagina Black Mirror. El barco o la rueda eran extensiones de nuestros pies, de nuestros cuerpos. En la era electrónica, la extensión particularmente es del sistema nervioso central. Las pantallas son extensiones del sentido de la vista como los parlantes son extensiones de nuestro sistema auditivo.
Es importante distinguir que los medios, así como extienden el cuerpo y las capacidades biológicas del ser humano, también amputan. Las pantallas extienden el sentido de la vista, tanto como lo limitan, el auricular controla las capacidades del sentido auditivo.
Esta “semilla” funciona de manera similar con los sistemas nerviosos de los personajes. Con un lente como cámara y pantalla, el sentido de la vista es tanto extendido como amputado. Lo mismo ocurre con el sistema auditivo y los sonidos que pueden ser grabados y reproducidos con este implante.
Los medios también recuperan tecnologías de otros medios. El iPod desarrolla los atributos de la antigua casetera walkman y los televisores, las primeras pantallas de imagen cinematográfica. Asimismo, los medios llevados al extremo pueden ocasionar fricciones en nuestra intimidad, en nuestra psique y en las sociedades que vivimos.
Es precisamente por esto que McLuhan ideó el tétrade, para analizar los dispositivos que existían y existen en la actualidad.

El tétrade y la semilla
El tétrade está formado por cuatro preguntas o centros de análisis que desglosan el medio que se estudia. Las dos primeras preguntas del tétrade refieren a qué capacidad humana extiende y qué amputa el medio. Cuando miramos televisión biológicamente dirigimos nuestra atención a la pantalla que extiende nuestra vista, pero la atención es limitada al televisor y no nos permite prestar atención a otras cosas. Al escuchar radio o música indefectiblemente el sentido auditivo se dirige a lo que más volumen tenga o a lo que se le esté prestando atención extendiendo nuestro sentido, pero al mismo tiempo no dejando oír otros sonidos.
Las otras dos preguntas sobre los medios remiten a observar qué recupera el medio y qué pasaría si es llevado al extremo. Una pantalla en un auto recupera el televisor de casa, pero en extremas circunstancias puede ocasionar accidentes o mareos. Un parlante en una fiesta recupera un fonógrafo, pero el volumen excesivo llevado al extremo puede ocasionar daños a la salud del oído.
El episodio “Toda tu historia” de Black Mirror visualiza cómo los medios son extensiones del hombre. La “semilla” extiende los sentidos tanto como los amputa y recupera antiguos dispositivos de almacenamiento. Los lentes en los ojos de los protagonistas recuperan la cámara de video y el lente de contacto. La serie se enfoca particularmente en cómo los dispositivos tecnológicos pueden producir situaciones de tensión en la sociedad y en la vida privada, llevando a tomar decisiones equivocadas al producir ansiedad, insomnio y stress. El protagonista utiliza esta “semilla” implantada en su cerebro para indagar en la vida privada de su mujer con un final impensado que termina por desgarrar la convivencia de la pareja. La distopía nos lleva a preguntarnos: ¿queremos recordar al detalle todo lo que vivimos?

juan estrella

Licenciado en Comunicación Social – UNR