Lo último de nosotros

Por Denise Carbajo

 

Ficha técnica: The Last of Us. Origen: Estados Unidos. Año: 2023. Creada por Craig Mazin y Neil Druckmann.

Actores: Bella Ramsey; Pedro Pascal; Gabriel Luna; Nick Offerman.

La idea de post-apocalipsis se refiere a las historias que transcurren en los restos del mundo después de la devastación o el colapso total de todas las estructuras como las conocemos. No es el momento de la destrucción, es la supervivencia entre las ruinas que los que quedan. 

En The Last of Us, la causa del apocalipsis son la infección por un misterioso hongo que vuelve a las personas violentas, quienes con una mordida pueden propagar el mal. En medio de un mundo destruido, Joel (Pedro Pascal), un contrabandista, se ve obligado a llevar a Ellie (Bella Ramsey), una joven aparentemente inmune, hacia un hospital al otro lado del país, con la esperanza de que a partir de ella se pueda desarrollar una cura. 

La serie basada en un videojuego, retoma con acierto una figura clásica del terror: los muertos vivientes. Ya se refieran a ellos como caminantes, zombies, chasqueadores o infectados, esta figura mantiene algunas características estables a lo largo de las narraciones ficcionales. Implica el miedo a la pérdida de la propia humanidad, a perder el control sobre el cuerpo, a la degeneración inevitable. Muestra lo que sería una persona despojada de la condición humana, de la conciencia, de todo lo que nos hace sensibles. 

Desde el piloto, la serie muestra dos momentos claves que construyen el universo: el comienzo, la crisis inicial que desencadena todo, y los ensayos de comunidades que fueron surgiendo 20 años después del colapso, y qué lugar ocupan en estas nuevas sociedades las instituciones sobre las que se sostienen. Más allá de fotografiar con maestría un mundo destruido, en The Last of Us, como en The Walking Dead, lo que importa son los vínculos que establecen las personas para garantizar la supervivencia, la experiencia extrema de vivir en un mundo donde todo lo conocido y querido puede perderse en cualquier momento. Es un entorno crudo, los momentos para el permitirse descansar son pocos, y por eso los más protegidos por los protagonistas. El tiempo que pasan juntos crea un lazo familiar entre ambos; Joel empieza a ver en Ellie a la hija que perdió, y Ellie reconoce en Joel a la familia que nunca conoció. La esperanza y la afirmación del afecto creciente es lo que les permite seguir adelante. 

 

¿Qué pasa con aquellos que dejan de lado los vínculos con otras personas y se concentran solo en sobrevivir? The Last of Us presenta varios de estos ensayos de sociedades: una manejada por el ejército, donde los elementos básicos para la supervivencia solo pueden comprarse después de realizar un trabajo pesado que paga en vales con un valor mínimo; otra dominada por el miedo y la intimidación, con dirigentes que se pusieron a sí mismos en ese lugar, comunidades enteras conducidas por líderes similares a los de una religión, valiéndose de la amenaza como forma de control; una comunidad donde todo lo producido y recolectado es repartido entre todos, con el objetivo de comenzar a establecer los cimientos donde se espera que será reconstruido el mundo ya perdido. Y también aquellos que se quedan por fuera: los que reconstruyen sus casas, y se asientan en lugares aislados sobreviviendo por su cuenta, ajenos a todas las dificultades que traen estos intentos de organización que todavía no saben cómo volver a construirse. 

Bill y Frank forman una pareja que decidió vivir fuera de cualquier intento de sociedad durante años. Henry y Sam son dos hermanos que intentan escapar de una ciudad cada vez más totalitaria. 

La versión seriada de The Last of Us retoma los personajes, los escenarios y la idea original del videojuego, pero el paso de una narrativa basada en la interacción a una que pueda visualizarse desde un lugar más pasivo implicó varios cambios. La acción del videojuego se deja de lado y las relaciones de los personajes se vuelven lo principal. El eje del enemigo a destruir desplaza el foco hacia una mirada sobre la condición humana, el intento de supervivencia y los vínculos que todos los personajes tienen, incluso los antagonistas o los más secundarios. Así, la serie conforma un entretenimiento fantástico que a la vez convoca a reflexionar sobre nuestras sociedades pre-apocalíticas, en el espejo de un futuro cada día menos improbable.

Denise Carbajo

Estudiante de Comunicación Social – UNR

Fan de las animaciones