Escobar y otros narcos

Por Luciana Bedini

 

Ficha técnica: Narcos. Origen: Estados Unidos. Creadores: Chris Brancato, Eric Newman y Carlo Bernard.
Actores: Wagner Moura, Boyd Holbrook, Pedro Pascal, Damián Alcázar y Matías Varela.

Las series basadas en la vida de narcotraficantes tienen algo llamativo y atrapante, quizás porque brindan la posibilidad de ver de cerca y con detalle estilos de vida y personalidades que se encuentran más bien lejanos. Los protagonistas de estas series de acción viven bajo códigos intransigentes: la ley del ojo por ojo rige su forma de relacionarse y, sobre todo, de ajustar cuentas.

Narcos se sitúa en Colombia, comienza en 2015, y estrena una temporada por año hasta finalizar en 2017. Un año después se presenta Narcos: México, una serie independiente de la narración original que refiere al negocio de drogas en el país norteamericano.

Escobar es representado como un personaje ambiguo. Por un lado: un narcoterrorista inescrupuloso que supo levantar un imperio, sostenido por el tráfico de cocaína, que sumió a Colombia en un clima de violencia extrema. La otra cara de Pablo es radicalmente opuesta a la que lo hizo famoso: es un padre, hijo y marido amoroso que cuida más de su familia que de sí mismo.

Lo que cautiva al espectador y lo mantiene expectante diferencia a las temporadas entre sí. Mientras en las dos primeras el protagonista es Pablo, en la tercera la historia se centra en Jorge Salcedo, el jefe de seguridad del Cartel de Cali.

En Narcos lo que se vuelve atrapante es presenciar cómo Escobar se convierte progresivamente en un hombre respetado y temido en Colombia. Pero para que la receta sea completa, todo mal debe ser contrarrestado por el bien, por lo que el otro punto de vista de la historia tiene al gobierno y las fuerzas policiales colombianos, y a los detectives de la DEA, Steve Murphy (Boyd Holbrook) y Javier Peña (Pedro Pascal), quienes siguen de cerca el crecimiento del negocio de las drogas y la violencia en Colombia. Cabe aclarar que, si bien Javier Peña está basado en una persona real, esto es así sólo en las dos primeras temporadas, su participación en la tercera responde a fines narrativos.

Así, vamos conociendo los pormenores de este negocio que se ha espectacularizado en tantas series y películas. La famosa expresión plata o plomo representa que lo que se dejaban sobornar por Pablo no saldrían ilesos, siendo pocos los que resultaron airosos de entablar algún tipo de vínculo con él. Su ejercicio de la violencia no conocía límites y una de sus marcas personales eran los atentados, que se volvieron una problemática central en el panorama sociopolítico de ese entonces. El documental de Netflix Los 500 días de Escobar (2024) ilustra sus últimos días.

Lo interesante de la historia del narcotráfico colombiano no termina con la muerte de Pablo Escobar (Wagner Moura) en el capítulo final de la segunda temporada. Mientras las dos temporadas basadas en Escobar tratan sobre un líder apegado a su negocio criminal, capaz de cualquier cosa por defenderlo, en la tercera conocemos a “los señores de Cali”, cuatro socios que, además de colaborar con la captura del capo, se beneficiaron de ella para establecer su negocio. A diferencia de un líder aferrado al poder, estos señores estaban decididos a retirarse con la frente en alto, blanqueando negocios para disfrutar de una vida tranquila con los lujos correspondientes.

Pero este negocio no es como cualquiera. El capo Gilberto Rodriguez Orejuela (Damián Alcázar), motoriza el deseo de ir por derecha y logra convencer a sus socios, quienes tras la captura de aquel toman decisiones que los alejan del camino del bien. Poco a poco la historia empieza a girar en torno a un personaje que al comienzo era secundario. Jorge Salcedo (Matías Varela), el jefe de la seguridad del Cartel, es un hombre con valores distintos a los que se manejan en ese mundo. Ingeniero, padre de familia, no va armado ni tiene intenciones de matar. Eso sí…extremadamente eficiente en su trabajo de proteger a los caballeros de Cali.

Esta temporada te atrapa y no te deja ir hasta el final, el personaje de Salcedo va despertando simpatías y un temor que no teníamos por los socios fundadores. Aunque suene paradójico, nos empieza a preocupar su seguridad, y es eso lo que nos impulsa a presionar el botón del siguiente capítulo, hasta llegar al episodio final que invita a ver Narcos: México.

Aunque muchos elementos de esta historia son conocidos, sobre todo de las dos primeras temporadas, lo que hace más disfrutable a Narcos es su capacidad para sembrar enigmas que se resuelven antes que la tensión decaiga. También hay un trabajo fino en la construcción del perfil de sus personajes, cuya tridimensionalidad permite que se nos vuelvan reales a la vez que complejos.

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Luciana Bedini

Estudiante de Comunicación Social – UNR

Le gusta el cine, la literatura y la filosofía