El Divino guión: la religión en las series
Por Ari Piccioni
Desde sus inicios, la televisión ha sido un espejo de la sociedad, reflejando y, a veces, cuestionando las creencias y prácticas religiosas que moldean nuestras vidas. A través de una variedad de géneros y enfoques narrativos, las series han abordado la religión desde múltiples perspectivas, explorando temas como la fe, el conflicto religioso, la espiritualidad personal y la crítica social.
Siguiendo los pasos Divinos
Si hablamos de personajes que siguen los pasos de la obra Divina, no podemos perder de vista a Los Enviados, dos sacerdotes del Vaticano que se encargan de corroborar si los milagros suceden o si son obra de los hombres. Pero lo más interesante no es eso: al mismo tiempo que Simón y Pedro usan sus habilidades de medicina y derecho buscando pruebas para que la ciencia explique lo más sobrehumano, nos encontramos con dilemas morales y éticos, con secretos de confesión violados y con una racionalidad indigna para dos enviados de Dios.
Pero no todas las series adoptan un enfoque crítico de la religión. The Chosen se sumerge en la vida de Jesucristo y sus seguidores, casi como un documental fuera de época, presentando una imagen íntima y humanizada del Mesías. A través de un cuidadoso estudio de los personajes bíblicos, la serie busca trascender las representaciones estereotipadas y ofrecer una visión más auténtica de la fe y la espiritualidad. Al centrarse en las relaciones personales y las luchas internas de los discípulos, esta serie invita a los espectadores a explorar el significado más profundo de la enseñanza de Jesús y su relevancia en el mundo contemporáneo.
Y no es el único caso donde seguimos la vida del Salvador. En Mesías nos encontramos con un misterioso hombre que aparece de la nada y que comienza a actuar milagrosamente. Perseguido por una agente de la CIA que busca desenmascarar a un posible terrorista, vemos cómo la duda se siembra para dejar al espectador reflexionando sobre si Jesús ya está entre nosotros.
Política, sectas y asesinatos
Las sectas religiosas, con sus estructuras de poder, control y manipulación, han fascinado a los creadores de series de televisión, quienes las han utilizado como escenarios para explorar temas como la libertad individual, la corrupción y el trauma. A través de historias cautivadoras y personajes complejos, estas series nos invitan a reflexionar sobre las motivaciones que llevan a las personas a unirse a estos grupos, las tácticas que utilizan sus líderes y el impacto que tienen en la vida de sus miembros.
El Reino, The Path y Devil in Ohio se enfocan directamente en sectas religiosas, mientras que en la primera temporada de True Detective vemos el fanatismo religioso y sus consecuencias desde una perspectiva más amplia.
Las tres primeras series nos muestran cómo el poder y la corrupción pueden corromper incluso a las instituciones religiosas más respetadas. En El Reino, un pastor televisivo utiliza su posición para manipular a sus seguidores y enriquecerse. En The Path, los líderes de la comunidad Meyerist Movement ejercen un control estricto sobre la vida de sus miembros, mientras que en Devil in Ohio, la secta utiliza tácticas coercitivas para mantener a sus seguidores bajo control.
Los personajes de estas series se enfrentan a dilemas morales complejos, lo que nos obliga a pensar sobre nuestras propias decisiones y valores. En El Reino, el protagonista debe decidir si expone la corrupción dentro de la iglesia o si la protege por el bien de la comunidad, mientras hace camino en la política. En The Path, la familia Meyerist debe luchar por reconciliar sus creencias con las reglas cada vez más estrictas de la comunidad. En Devil in Ohio, la psiquiatra que ayuda a la joven fugitiva debe decidir hasta dónde llegar para protegerla de la secta.
Estos cuatro casos muestran el impacto devastador que las sectas pueden tener en la vida de las personas. Los seguidores de un pastor que son manipulados y explotados, los miembros de una comunidad que son aislados del mundo exterior y privados de su libertad individual, una joven protagonista con un trauma profundo y la violencia y el extremismo religioso que marcan la vida de los habitantes de un pueblo.
Al mismo tiempo, se exponen las tácticas que utilizan las sectas para controlar y manipular a sus miembros. Desde la culpa, el miedo y la promesa de salvación usados por Emilio Vázquez Pena para mantener a sus seguidores bajo control hasta el aislamiento, la violencia física y psicológica de una familia adherida a una secta satánica son claros ejemplos de cómo no todo es salvación para los fieles.

De lo real a lo distópico
Una serie que ha destacado en la exploración de la religión es The Leftovers. En un mundo donde el dos por ciento de la población desaparece misteriosamente, vemos no solo cómo se examina el impacto psicológico y emocional del evento, sino que también profundizamos en cómo la religión se convierte en un mecanismo de supervivencia y consuelo para aquellos que quedan atrás. A través de personajes que buscan respuestas en cultos extremistas, rituales desesperados o en el abandono total de la Fe, The Leftovers ilustra a la religión tanto como una fuente de esperanza como una prisión emocional.
Por otro lado, The Handmaid’s Tale presenta un panorama distópico donde la religión se utiliza como herramienta de control y opresión. Esta serie no solo critica el fundamentalismo religioso, sino que también examina cómo las creencias pueden distorsionarse y pervertirse para justificar sistemas de poder injustos. A través de la narrativa de resistencia y supervivencia de las protagonistas, cuestionamos el papel de la religión en la sociedad y reflexionamos sobre la importancia de la libertad individual y la justicia social.
Así como June en Gilead, si de vivir en el Apocalipsis hablamos, no nos podemos olvidar de Gabriel, el sacerdote bonachón que mata zombies con un machete y que le trae la salvación a más de uno en el universo de The Walking Dead. Desde que lo conocemos en la temporada cinco, aislado y escondido, atormentado por la culpa de haber dejado a los fieles de su parroquia a merced de los muertos vivientes, comenzamos a entender que ni Dios se salva en el Fin del Mundo.
Los católicos no son los únicos
Como no nos limitamos al mundo católico, para explorar el judaísmo en las series obligadamente tenemos que hablar de las grandiosas Shtisel y Unorthodox. En ambas seguimos la vida de familias ultraortodoxas, ofreciendo un vistazo íntimo a las tradiciones, dilemas y tensiones dentro de la comunidad judía. Mediante personajes complejos y situaciones realistas, Shtisel aborda temas universales como el amor, la familia y la identidad cultural, mientras expone las tensiones entre la observancia religiosa y la vida secular. Unorthodox nos narra el viaje épico y prácticamente imposible de Esther que va en busca de la libertad y de una vida nueva en el exterior de una comunidad absorbida por prácticas atípicas para este siglo.
Bastante menos tradicionalista y ortodoxa, otra serie que examina el judaísmo es Transparent. Creada por le comediante Joey Soloway, sigue a una familia judía de Los Ángeles mientras enfrenta la revelación de que el padre de la casa es una mujer transgénero. A través de la exploración de la identidad, la sexualidad y la herencia cultural, nos ofrece una visión perspicaz de las complejidades del judaísmo contemporáneo y su intersección con la diversidad sexual y de género.

El Cielo, el Infierno y otras facetas de lo religioso
Aunque la solemnidad suele ser la característica que pinta la religión en las narrativas audiovisuales, existen algunas series que nos ayudan a quitarle un poco el drama a los párrocos que las acompañan.
De manera innovadora y provocativa The Young Pope desafía las convenciones religiosas a través de un retrato controvertido de la institución papal, mientras Good Omens fusiona la comedia y la fantasía para hablar de temas del destino y el libre albedrío en un contexto religioso.
Entre el Cielo y el Infierno puede haber un tablero de puntuación que nos diga si nos merecemos el Good Place o el Bad Place. O un apuesto, multimillonario y no tan malvado Lucifer que nos invite a cometer los más sucios pecados para mantenernos a su lado. Y ni hablar del hot priest de Fleabag que nos dejó a todos rotos y llorando con su “It’ll pass” como respuesta a un “I love you”.
En última instancia, las series de televisión nos ofrecen un espacio para reflexionar sobre nuestra relación con lo divino y lo trascendental. Ya sea que exploren la religión como fuente de esperanza, conflicto o interrogación, o que nos lleven a reirnos de lo absurdo que puede llegar a ser el concepto de lo “bueno” y lo “malo”, estas series nos desafían a cuestionar nuestras propias creencias y a considerar el papel de la espiritualidad en nuestras vidas modernas.

Ari Piccioni
Licenciada en Comunicación Social. Docente en Comunicación Visual Gráfica I (UNR). Amante de las series nórdicas y con zombies.