Defendiendo la animación

Por Denise Carbajo

 

Una de las primeras animaciones de la historia fue argentina, se llamó “El apóstol”, y fue una sátira de Hipólito Yrigoyen. Desde entonces, la animación no dejó de progresar, avanzando en sus formas narrativas. Al ser popularizada por estudios que orientaban sus producciones hacia el público infantil, se fue convirtiendo en sinónimo de un género para los más chicos.
Estas son algunas series de dibujos animados que rompen con esta asociación y nos permiten dejar de pensar a la animación como un género para comprenderla como una técnica que es capaz de contar historias complejas para adultos.

 

La frecuencia Kirlian (2017)
Imaginate que vas manejando por la ruta y por accidente (o no) tomás una salida equivocada. La radio, hasta entonces pura estática desde incontables kilómetros atrás, se conecta a una señal. Un presentador, que parece saber más de lo que debería, te da la bienvenida a “La frecuencia Kirlian”, un programa de radio que toda la noche, todas las noches, cuenta las noticias y ocurrencias de Kirlian.
Cada capítulo de esta serie argentina se mete un poco más profundo en los misterios de Kirlian, localidad que no figura en ningún mapa salvo los que completan los chicos en la escuela y que, de acuerdo a todos los registros conocidos, no debería existir.

Love, Death and Robots (2019)
Esta antología de ciencia ficción para adultos presenta en 35 episodios durante tres temporadas diferentes historias de amor, muerte y robots. Los capítulos narran historias ficcionales unitarias, con estilos de dibujo, formas de animación y estéticas completamente diferentes, siendo realizadas por diferentes directores y equipos de animación.

Bojack Horseman (2014)
Tras haber alcanzado su pico de fama en los años 90 como protagonista de una sitcom televisiva, el actor en decadencia Bojack Horseman pasa sus días en Hollywood luchando contra sus adicciones al alcohol y las drogas mientras intenta recuperar algo de la popularidad que tuvo en su momento. Narrada en el estilo de la comedia, la serie no tiene miedo de representar momentos dramáticos que por contraste impactan con fuerza en la sensibilidad del espectador.

Monster (2004)
Basada en el manga del mismo nombre, la historia de Monster sigue a Kenzo Tenma, un médico neurocirujano que va contra los directivos del hospital y prioriza atender a un chico herido de bala en lugar del político que había llegado en estado igualmente crítico. Esta decisión no solo le costará su trabajo y reputación, sino que lo perseguirá a lo largo de los años cuando comienza a reconocer en los crímenes de un asesino serial al chico que eligió atender.

DENISE CARBAJO

Estudiante de Comunicación Social – UNR

Fan de las animaciones