Caricaturas de la cultura progresista

Por Hugo Berti

 

Ficha técnica: Bellas Artes. Origen: Argentina, España. Creadores: Mariano Cohn, Gastón Duprat y Andrés Duprat. Actores: Oscar Martínez, Aixa Villagrán, Koldo Olabarri, Ana Wagener, Dani Rovira, Ángela Molina, Adelfa Calvo, Ludwika Paleta, Jorge López y José Sacristán.

“Soy viejo, hombre, blanco, de ascendencia europea y heterosexual. Soy el peor candidato”, dice Antonio Dumas frente a sus dos competidoras y la junta de selección para acceder al cargo de Director del Museo Iberoamericano de Arte Moderno. La (in)esperada elección de Dumas al frente del museo marca el espíritu del nuevo y eficaz entretenimiento de Gastón Duprat y Mariano Cohn.
La dupla creativa, que ya había demostrado su talento para la comedia crítica con las series El Encargado y Nada, ofrece en Bellas Artes una observación sagaz, sobre las estéticas progresistas de la cultura contemporánea. Para eso cuenta ahora con el valioso soporte de Andrés Duprat, acreditado como script doctor (literalmente un rol de sanador de guiones) quien es actualmente director del Museo Nacional de Bellas Artes de Buenos Aires.

Policía moral, dice Dumas sobre la acción del grupo Destap Arte (así, separado) que insistentemente intenta destruir una escultura de un artista cancelado por violencia de género. Mientras la obra instalada al frente al museo se restaura una y otra vez, adentro un funeral por mandato ministerial es presentado con ironía como una performance, una beluga hedionda se va pudriendo en el marco de una exposición sobre el medioambiente y unos africanos recrean sus vidas cotidianas en una sala que se niegan a abandonar.
Las secuencias de Bellas Artes encadenan expresiones reconocibles de la hegemonía cultural del progresismo. La caricaturización de los rasgos más polémicos de este clima de época y el señalamiento de sus contradicciones se hace desde una mirada al mismo tiempo ligera y profunda, que tiene en el humor inteligente una coartada para no asociarse a discursos reaccionarios.
La comedia en Bellas Artes funciona sin ofender ni a izquierdas ni derechas porque tiene los atributos del chiste que se ríe de uno mismo, un lugar donde nos reconocemos socialmente como sujetos y objetos de la comicidad. La serie podría provocar interpretaciones ideologizadas de exaltación u oposición, pero se harían al margen de las intenciones críticas autorreflexivas que subyacen en su narrativa.

Oscar Martínez compone a Antonio Dumas con veterana maestría, un personaje a medida del actor. El traje de Dumas tiene las mismas costuras de Daniel Martovani, el ciudadano ilustre que crearon Cohn y los hermanos Duprat, donde ya exploraron con éxito el retrato sarcástico de nuestros comportamientos sociales y políticos.
La producción de Bellas Artes se da un gusto especial con la presencia fugaz de las estrellas legendarias españolas José Sacristán y Ángela Molina. Sacristán encarna a un artista plástico engreído y autoritario que muere en el primer episodio. Molina aparece unos pocos segundos representando a una antigua pareja de Dumas, pero la última imagen de la serie promete que regresará a su vida.
Los espectadores atentos podrán observar como una curiosidad el gesto sutil de homenaje a Alejandro Cohn, hermano del creador de la serie, quien murió en circunstancias que la justicia investiga cuando estaba ingresado en el Hospital de San Isidro. En una escena del episodio 4, el nieto de Dumas aprecia dos cuadros colgados en una sala del museo y una toma en detalle sobre las fichas de las obras indica el nombre del autor: Ale Cohn.
Aunque esta vez con acentos españoles, los autores repiten en Bellas Artes fórmulas de sus trabajos anteriores y vuelven a provocar una sensación agradable con un formato de comedia breve que puede mirarse de un tirón en una tarde de otoño.

Hugo Berti

Licenciado en Comunicación Social. Docente
del seminario Análisis y crítica de series
ficcionales – UNR